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¿Cómo afecta un golpe de calor a los perros?

Descanso seguro en la playa: perro relajado bajo sombra para evitar el golpe de calor

Imagina que sales a pasear con tu perro un día de agosto. El asfalto quema, el sol aprieta y en pocos minutos notas que tu peludo jadea sin parar. Lo que para ti puede ser solo incomodidad, para él puede convertirse en un problema grave: el temido golpe de calor. Para que esto no ocurra, en este artículo encontrarás todo lo que necesitas saber: cómo reaccionan los perros al calor, cuáles son las señales de alerta y qué trucos sencillos puedes aplicar para que disfrute del verano sin sobresaltos. 

 

¿Cómo se enfrían los perros para prevenir el golpe de calor?

Cuando llega el verano, nuestro cuerpo suda para enfriarse. Pero tu perro no puede hacerlo igual. Su organismo tiene que recurrir a otras estrategias que, aunque efectivas, pueden quedarse cortas en días de calor extremo. Veamos cuáles son los principales mecanismos que utilizan los perros para regular su temperatura.

 

  • Jadeo (panting): es su principal sistema para disminuir la temperatura corporal, debido a la pérdida de calor por evaporación.
  • Sudoración limitada: solo sudan por las almohadillas de las patas y el hocico, ya que no presentan glándulas sudoríparas en otras partes. Por eso es clave mantenerlas frescas.
  • Flujo sanguíneo: cuando hace calor, los vasos sanguíneos se dilatan y el flujo de sangre hacia la piel aumenta con el fin de transferir al exterior del organismo el calor interno por conducción y convección.

 

El jadeo, la sudoración limitada o el aumento del flujo sanguíneo son su defensa contra las altas temperaturas. Pero incluso el mejor mecanismo tiene un límite… y ahí es donde entramos nosotros. El siguiente paso es aprender a detectar cuándo el calor se convierte en un verdadero riesgo.

 

Señales de alerta por golpe de calor

Un jadeo que no se detiene, un caminar tambaleante, una mirada apagada… pequeñas señales que pueden esconder un gran peligro. El golpe de calor es una de las urgencias más comunes en verano, y reconocerlo a tiempo puede salvar la vida de tu peludo.

 

  • Jadeo excesivo y salivación espesa.
  • Debilidad, tambaleo o vómitos.
  • Temperatura corporal > 39,5 °C (puedes usar un termómetro digital rectal).

 

Un golpe de calor no da segundas oportunidades. Por eso, una vez que detectes estas señales, el tiempo cuenta. ¿Qué hacer en esos primeros minutos críticos? Te lo explicamos a continuación.

 

¿Qué hacer ante un golpe de calor?

  1. Traslada al perro a un lugar fresco.
  2. Humedece sus patas y vientre con agua templada (nunca helada).
  3. Llévalo al veterinario de urgencia si no mejora en 15min.

 

Reaccionar a tiempo es vital, pero aún mejor es anticiparse. La buena noticia es que hay hábitos muy fáciles que puedes incorporar a la rutina diaria de tu perro para que disfrute del verano sin riesgos.

 

La forma más divertida de combatir el golpe de calor, jugando en el agua
*Fotografía de José Manuel Ramírez Brenis

 

Trucos para intentar evitar golpes de calor

Aquí van 3 consejos esenciales para combatir el efecto de las elevadas temperaturas experimentadas en agosto, ya que pueden repercutir gravemente en la salud de nuestros peludos.

 

Hidratación constante

  • Agua siempre al abasto: coloca varios cuencos de agua fresca en zonas ombrías de la casa y renuévala a menudo.
  • Incentiva la bebida: mezcla el agua con un chorrito de caldo casero (sin sal ni condimentos) para animarlos a beber más.
  • Cubitos divertidos: congela trocitos de fruta o verdura, o incluso caldo en cubiteras, para que se sientan bien refrescados.

 

Evita las horas de mayor radiación solar

  • Paseos low heat: programa las salidas a primera hora de la mañana (antes de las 9h) o al atardecer (después de las 20h).
  • Superficies seguras: comprueba con la mano el asfalto o la arena; si te quema a ti, quema aún más sus almohadillas.
  • Protectores de almohadillas: aplica ceras o bálsamos específicos para evitar quemaduras.

 

Crea “zonas frescas” en casa

  • Pequeñas corrientes de aire: abre ventanas opuestas para generar un flujo de aire en la habitación.
  • Alfombrillas refrigerantes: son geles reutilizables que mantienen la temperatura baja; colócalas cerca de su cama.
  • Ropa ligera: existen chalecos refrescantes que, al humedecerse, mantienen el pelaje a menor temperatura.

 

Conclusión

El verano puede ser una época maravillosa para disfrutar junto a nuestros peludos, pero también supone un reto para su salud. El calor extremo no es un simple inconveniente: puede convertirse en un riesgo real si no sabemos cómo actúa sobre su organismo ni aprendemos a detectar las primeras señales de alarma. Entender cómo regulan su temperatura, conocer los síntomas de un posible golpe de calor y saber reaccionar en una emergencia es vital para protegerlos.

Aun así, lo más importante siempre será la prevención. Mantener una buena hidratación, evitar las horas de máximo sol y crear entornos frescos y seguros son pequeñas acciones que, sumadas, pueden marcar la diferencia entre un verano difícil y uno lleno de bienestar.

¡Disfrutad de este verano sin sobresaltos!

 

* Fotografía principal de Ruel Madelo